Son muy correctas esas observaciones que se nos plantean por parte de Maik sobre el autor del artículo: Gabriel ALBIAC LÓPIZ. La verdad es que es un caso bastante curioso. No sabría decir si ha evolucionado o no. Pues él ha escrito en multitud de ocasiones -se repite y se repite más que nadie en el mundillo de los cotizados columnistas de opinión mediática- que hay que desconfiar de cualquiera que pase de los treinta. Si eso fuera cierto. Y él se lo aplicase a sí mismo, pues, apaga y vámonos. O, quizá, habría que decir que el último que se vaya que sea el que apague la luz, como se decía en ciertos momentos entre la militancia antifranquista del patético PCE. Ese partido, curiosamente, ha sido más anticomunista que la Falange de José Antonio Primo de Rivera ¡que ya es decir! Habrá que sacar más este tema, pues, hay tanta confusión, tanta visceralidad y tanta defensa familiarista maffiosa endogámica que a veces dan unas inmensas ganas de vomitar y salir corriendo.
Pero: vayamos al asunto. Ya que en el caso del problema que vislumbra este artículo "Perversa infancia" habría que plantearse cómo le aplicamos a la doma de una cría humana ciertas normas de conducta ética si como axioma le decimos que se ha de desconfiar de cualquiera que pase de los treinta. ¿Qué queremos decir con eso? Pues, a lo mejor, está muy bien desconfiar si por tal cosa se entiende el saber -y poder- criticar. Enseñar a criticar de manera sabia y rigurosa, oye, pues, eso no está nada mal. Pero: si por desconfiar se entiende otra cosa, entonces qué.
Sí, ciertamente, el caso particular de Albiac es muy sintomático. Habría que dedicarle un trabajo radical para desmontar todas sus imbecilidades. Y hay para rato. Ciertamente me pone enferma cuando sale en Fascismo Digital TV con el Agaputo ese: ¡rediós que liante y estomacante es éste tipejo!
Pero a mi me da lo mismo quien sea el que firme las palabras. Yo creo que en ese breve artículo hay mucho trabajo detrás y, por tanto, ahorra muchas pérdidas de tiempo. Sí, por supuesto, que hay muchas cosas que se han de debatir. Obligatoriamente. Y que han de estar encima de la mesa. Es necesario que se abran procesos de poder constituyente en miles de ámbitos de la realidad diaria. No pasaría nada si caminásemos echando más el freno de emergencia. Por ejemplo, que hubiera un gran receso en la natalidad humana. Antes de tener un hijo -o hija- se han de tener claras algunas cositas básicas. Hoy no estamos en el paleolítico. Hay que tomar consciencia de la fase histórica en la que nos estamos malmuriendo en estás contaminadísimas suciedades del malestar. O plantearse en serio el tema de la Puta crisis. Hay que saber usarla en bien de la comunidad humana.
Una de ellas la destacas tu. Quizás sea necesaria una democracia proletaria en proceso de ilustración radicalmente republicana y socialista como fase previa para poder obtener algún día una formación social superior que podría empezar a construirse como un comunismo ilustrado internacionalista. Y por eso no entiendo que, por ejemplo, Albiac pueda seguir utilizando a Spinoza o a Freud como lo hace en clave de citas de autoridad como lo hace en plan de lógica axiomática en "Perversa infancia" y no nos ayude a hacer pensar a la militancia política con una obra tan rigurosa y necesaria de comprender como fue la escrita por Marx: claro, para ir mucho más allá del sabio de Tréveris. Le dedicó algunos trabajos allá por los años setenta y ochenta, pero para mí que son bastante torpes y primarios. ¿Recuerdas las apologías a las armas que relataba de una manera alocada? O cuando escribía en Adversus socialistas que había que eliminar cualquier etapa de transición socialista para implantar de manera inmediata el comunismo. Comunismo: Ahora, era su consigna. ¿Qué consiguió con ello? ¿Hamburguesarse o se hizo vegetariano? ¿O pasó del Inmundo a la Sinrazón para decir una vez más Adiós desde el ABC de todos los golpistas?
Seguiremos con algunas de estas cuestiones próximamente. ¿Habrá que hacerle un largo adiós al nano de Albiac? ¿Se merece que cual Raymond Chandler se lo hagamos? Quizás sí...
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