sábado, 25 de julio de 2009

Hasta el agua ya no es HdosO en el Puto Reino FrancoBourbónico de los Bribones

España: la contaminación de los ríos, un riesgo sanitario para los madrileños
Las aguas residuales de los ríos Manzanares y Jarama están siendo utilizadas para regar la principal zona agrícola de la Región


Los ríos Manzanares y Jarama son cauces altamente contaminados, a pesar de lo cual sus aguas se siguen utilizando para regar los cultivos hortícolas de la rica vega del Jarama, entre San Fernando de Henares y Aranjuez. La deficiente depuración de las aguas fecales e industriales de la capital y del cinturón metropolitano, provoca un doble problema, ambiental y sanitario. Este hecho, conocido desde hace años, es consentido por las distintas administraciones locales, regional y nacional. Diversos colectivos ecologistas han denunciado recientemente esta situación, exigiendo de las Administraciones medidas urgentes que aseguren la calidad sanitaria de los productos hortícolas.

A escasos metros aguas debajo de la unión de los ríos Jarama y Manzanares, en el término municipal de Rivas-Vaciamadrid, se encuentra la Presa del Rey, de la que parte la Real Acequia del Jarama. Este canal suministra aguas residuales (104,76 m3 al ano), procedentes de los ríos Manzanares y Jarama, para regar la huerta de la Región de Madrid (10.800 has.), y de la cual procede un número significativo de los productos hortícolas que consumimos los madrileños. Municipios como San Martín de la Vega, Ciempozuelos, Titulcia o Aranjuez se ven afectados por esta situación de riego con aguas contaminadas.

Todo esto sucede en un escenario especialmente protegido: el Parque Regional del Sureste, que a su vez es una ZEPA (Zona de Especial Protección de Aves) y un LIC (Lugar de Interés Comunitario). Un territorio que forma parte de la Red Natura 2000.

La situación se vuelve aun más preocupante en los meses estivales, cuando el caudal propio del Jarama se ve mermado además por las captaciones abusivas producidas a lo largo del tramo medio del río. En esta situación apenas llega agua limpia para diluir los contaminantes, y las aguas del Manzanares y el Jarama se convierten, en el mejor de los casos, en la suma de los vertidos de las depuradoras de los municipios de la ribera.



Metales pesados


Entre los agricultores de la zona se ha popularizado el dicho de que a sus cultivos no hace falta añadirles fertilizantes, debido a que la alta carga orgánica del agua que usan para riego suple el uso de estos productos. Pero aun es mayor el problema sanitario en el caso de los metales pesados, que pueden llegar al consumidor. Como demuestran estudios realizados sobre el Jarama y el Manzanares, los lodos de estos ríos tienen una alta concentración de estas sustancias, procedentes, principalmente, del deficiente tratamiento de las aguas residuales que realizan las plantas de depuración del Canal de Isabel II y de la ciudad de Madrid, que ni siquiera realizan tratamiento diferenciado de los vertidos industriales y urbanos. Ya el pasado año la Confederación Hidrográfica del Tajo (CHT) impuso una sanción de 340.000 euros por este tipo de vertidos al Jarama.

Los metales pesados se acumulan en los tejidos de los seres vivos, por lo que no pueden eliminarse. Una alta concentración, prolongada por la acumulación durante años, puede tener efectos cancerígenos. La concentración de estos residuos es muy alta, especialmente en los sedimentos del cauce y su acumulación se viene produciendo desde hace décadas.



La Administración pretende ignorar el riesgo sanitario



El Plan Hidrológico del Tajo establece que las aguas de los tramos bajos de los ríos Jarama y Manzanares no son apropiadas para uso alguno, por precaución sanitaria, a pesar de lo cual se utilizan para riego desde hace décadas. La propia CHT prevé que la situación de contaminación de estos tramos seguirá inalterable en el futuro inmediato, incumpliendo incluso los niveles de calidad que se exigen en la Directiva del Agua que debe entrar en vigor en el 2015.

Para solucionar esta grave situación sanitaria, son necesarias medidas urgentes en toda la red de alcantarillado y depuración, así como erradicar todas las captaciones abusivas que sufren los ríos (bombeo del Canal de Isabel II en zonas como Valdentales, riegos “a manta” en la agricultura, campos de golf, urbanismo salvaje...). Garantizar caudales ecológicos suficientes desde las presas de cabecera (Atazar y El Vado). Separar la depuración de los vertidos industriales de los de origen urbano, mejorar el tratamiento para facilitar la reutilización del agua depurada. En este sentido es imprescindible una doble red de alcantarillado que recoja las aguas pluviales y las pueda servir limpias al río, aumentando además su capacidad de diluir contaminantes. En cualquier caso los colectivos de defensa ambiental consideramos urgente que las aguas que se utilicen en el riego agrícola sean tratadas previamente para asegurar sus garantías sanitarias.

La denuncia sobre esta situación de riesgos sanitarios se ha trasladado, durante estos días, a diversas Administraciones de la Comunidad de Madrid, de la Confederación Hidrográfica del Tajo y del SEPRONA (se adjunta denuncia ante la Confederación Hidrográfica).

Para más información:
Antonio Martínez (616179442)
Raul Urquiaga (675569118)Mari Angeles Nieto (656925082)

1 comentario:

  1. Ese tema en la Vega de Granada sí que tiene... bemoles. Tremenda mandanga... Ha destrozado en menos de treinta años lo que costó milenios de evolución geológica formar, lo que la cultura mozárabe hizo en cinco siglos con la jardinería agrícola los reinos cristianos lo fueron destrozando sin ningún tipo de piedad, pero lo que ha sido ya el despitote no ha sido otra cosa que la industria química, la loca y caótica urbanización que han llevado a cabo con total impunidad las diferentes administracuiones a cual más corrupta e ignorante del Reino FrancoBourbónico de los Bribones.

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