lunes, 12 de octubre de 2009

ABélica Imperial: los crímenes diarios de la Conquista

...ellos, los asesinos,
alentaban la larga collera de los perros
Javier EGEA
(Paseo de los tristes)

Pero ¿qué diablos se celebra hoy?

En otros tiempos le llamaron la fiesta de la Raza. Ahí es nada. ¿De qué raza? ¡¡Pareciera tan obvio que es la de color anaranjado y que cambia de color más que un camaleón!! Los imbéciles más racistas la denominan erróneamente como blanca. ¿Será porque al parecer lava más blanco al hacerlo con detergentes genocidamente químicos como Colón?

Quizá: todo pueda ser. Pero no sería una pérdida de tiempo, ni echar de menos saber porqué denominar así con ese palabro a una Raza. Tal vez, no habría que despreciar lo que históricamente ha llevado tras de sí esa palabreja. Hasta Franco hizo sus pinitos en el cine y usó esa palabra para co(*n)fundir bastante bien al personal. Ese tipejo realmente fue todo un personaje. Todavía hay paletos con cátedra que defienden sus ideales patrióticos. Y habría que ver lo que entienden por tales. No se le hizo trizas su nacionalcatolicismo cuando hizo de la Guardia Mora su bastión militar de asalto a poblaciones civiles indefensas. Como gritaba su Generalato Queipo de Llano desde las ondas hertzianas: sus soldados moros le iban a enseñar a las mujeres rojas lo que eran hombres machos de verdad. Y tanto nacionalismo hispánico no puso reparos para que aviones extranjeros destrozaran poblaciones enteras sin ningún tipo de piedad ni valores civilizatorios. Y es que a lo que se pretende celebrar hoy también se le ha conocido como Fiesta de la Hispanidad: ¿qué demonios es eso?

Quizás tenga que ver con aquello del Requerimiento que leían los salvadores de las almas. Llegaban a tierras pobladas por tribus indígenas y no tenían ningún reparo con invadirlas. ¿Se imagina alguien que se volviera la tortilla de la historia? ¿Qué haríamos si en una lengua como el zwaili se nos leyera a media noche que ni tenemos hacienda, ni casa, ni más propiedad que la que nuestra puta fuerza de trabajo sea capaz de conseguir mediante estrategias de explotación: o sea, reventando a diario en potros de tortura a los que nos hemos de ir acostumbrando mediante el abyecto arte de llamar placer a la prostitución diaria?

Para algunos el día es el de Columbus. Y se celebra la llegada de un navegante genovés a un continente geográfico que descubrió sin haberse enterado de su gran hazaña. Quizá fuera uno más de los inconscientes que pueblan la analfabeta y mafiosa Europa. Como escribía Marx: "lo hacen, pero no lo saben".

El territorio que supuestamente descubrió el ignorante -perdón, el almirante- sería bautizado con el nombre de otro italiano: Américo Vespucio. Que sería el primero que lo cartografiara para la posteridad. El nombre de Columbus quedaría para espacios más pequeños. Colombia sufre aún hoy del olvido y de las rapiñas crueles de una conquista criminal. Si bestiales fueron las carnicerías custodiadas mediante la católica cruz y la cortante espada, no menos brutales se hacen hoy las carnicerías contra sus indígenas, sus comunidades campesinas por parte de las criminales maffias multinazionales.




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